Señor, ten cuidado con mi oído (Isaías 50: 4-9)
Reflexiones de Don Fabio
"La razón por la que tenemos dos oídos y una boca es que tenemos que escuchar más y hablar menos". (Zenón de Cizio)
Isaías 50: 4-9: "Cada mañana mi oído es cuidadoso, porque escucho como los discípulos".
En estos días de Cuaresma, el Profeta Isaías nos ha acompañado de la mano a la Semana Santa. Hoy nos da esta invitación, o más bien, nos recuerda que, antes de hablar, en primer lugar, es necesario abrir a escuchar.
Deberíamos recordarlo un poco a todos que, antes de hablar, antes de "juzgar" (si es realmente obligatorio), antes de formular nuestras oraciones, Es necesario escuchar ¡Todas las voces, historias, vidas vivieron, la fragilidad, las dificultades que cada uno/a, en su propia vida, enfrentan!
Continúa, el profeta Isaías, diciendo "El Señor abrió mi oído, porque sé cómo dirigir, sé cómo dar una palabra a los desanimados". Esto es lo que deberíamos aprender a hacer cada vez más: ¡Abre nuestro oído, corazón y alma, y escuchando!
Con afecto, Fabio!