El Jubileo, la Iglesia católica y las minorías
Reflexiones de Chiara D'Urbano* publicadas en el sitio web NUEVA CIUDAD el 4 de enero de 2024
Il prossimo 6 settembre 2025 è stato programmato un pellegrinaggio giubilare per l’Associazione di credenti “La Tenda di Gionata” e associazioni affini. Una riflessione sulle critiche che questo evento ha sollevato e sulle speranze che apre
Habiendo reservado una peregrinación jubilar – en el calendario oficial de eventos jubilares estaráel próximo 6 de septiembre de 2025 – a la Asociación de creyentes LGBT+La Tenda di Gionata y asociaciones similares, es un acto que no ha pasado desapercibido y muchos han puesto mala cara.
Sin embargo, es ante todo una peregrinación de creyentes, creyentes que se reconocen en la conocida sigla que reúne a personas conorientación homoafectivaestransgénero, una peregrinación también de familias, de madres y padres, y de agentes pastorales.
Esto no constituye un acto de propaganda.
No será una procesión de pancartas e ideas que pasen bajo la Puerta Santa para reclamar quién sabe qué pertenencia, sino personas de carne y hueso, como individuos y como asociaciones, queaportarán su específica riqueza humana y espiritual, pidiendo a Dios la misericordia y la gracia para poder crecer en la fe.(que es el significado de Jubileo). Como otros grupos humanos, portadores de sus propias especificidades, actitudes y carismas, cuyas peregrinaciones este Jubileo ha puesto en el orden del día.
Sin embargo, en este caso hubo muchas observaciones críticas, tanto de quienes aprecian la novedad del Jubileo como de quienes no la aprecian en absoluto.
Nos preguntamos si es necesario identificar un día específico enfocado a personas con orientación homeemocional e identidad de género no conformista, porqueel riesgo es que el efecto sea el contrario al deseado. En vez defomentar la inclusión, crear una "especialidad" equivale a marcar y marginar, como si los gays, las lesbianas y los transgénero fueran partes separadas de la humanidad. Y, de hecho, es innegable que existe un poco de riesgo. Si se trata de hermanos y hermanas en casa o en la casa de al lado, no debería ser necesario limitar el grupo de personas que estarán particularmente involucradas el próximo mes de septiembre.
Sin embargo, en realidad, jóvenes y mayores que reconocen en sí mismosuna atracción afectiva, emocional y romántica(entonces elAsociación Americana de Psicologíadefine la orientación sexual) hacia personas del otro sexo, del mismo sexo o de ambos sexos, y todos aquellos que tengan una identidad de género (es decir, que vivan su feminidad o masculinidad) que no se ajuste a su sexo biológico al nacer,se encuentran en los márgenes culturales y a veces religiosos de nuestras comunidades eclesiales. Y a su alrededor se crean divisiones entre los "pros" y los "contras",como si se tratara de si una minoría tiene derecho a estar en el mundo.
Pero las críticas predominantes afectan a otras cuestiones.
Lo que genera alarma es el miedo a que se reconozca la existencia de personas LGBT+ (la sigla no es mucho, pero es concisa y comprensible), y por tantohacer visible su presencia significa aprobar, legitimar o, peor aún, señalar como "modelos" a los "modelos" homosexuales y trans., terminando en el circuito de la moda actual que impulsaría estas tendencias.
También porque se trata principalmente de "gente extraño", si no "enfermo, perverso, promiscuo, desequilibrado, con algo mal”. “Pueden ser hijos de Dios, pero no están bien, para mí tienen sentido.”. “Ahora está de moda, si no eres gay o trans estás casi desactualizado”. Comentarios sobre la agenda que pueblan los intercambios dentro de nuestras realidades eclesiales, lamentablemente de quienes no tienen conocimiento de las personas de las que hablan.
La Iglesia, nuestra Iglesia madre, hace algo tan sencillo como precioso: está mirando la riqueza de muchos hombres y mujeres y les dice –así veo yo la peregrinación– queno hay perversión en ellos, que no son expresión de una tendencia. De hecho, ciertamente tienen algo que decir que no se ha escuchado antes, algo nuevo, algo sin precedentes, algo profundo que hoy encuentra un espacio de expresión y que vale la pena intentar escuchar.
El miedo a dar visibilidad a una peregrinación de una minoría humana y social, como si fuera un mal ejemplo que ciertamente no debería ser publicitado, intercepta y compromete nuestramiedos a lo desconocido, de lo que no se sabe y por tanto se teme. O que se sabe de oídas, que equivale a no saber, y que por tanto está cargado de clichés y caricaturas no dignas de personas que reflexionan, estudian, rezan, profundizan.
A veces olvidamos que los días del Jubileo son tiempos de encuentro, de intercambio, donde juntos pedimos perdón y buscamos una bendición como fortaleza para prepararnos a acoger la Gracia de Dios. El Jubileo no es para los merecedores, como medalla al valor. , porque al contrario, es para quien vive con el deseo de ser acogido, quien siente la necesidad de mejorar. De los que no presumen de sí mismos, ni se sienten mejores que los demás.
Reserve un día especial para mujeres y hombres que experimentan ser una minoría humana y para quienes promueven el reconocimiento y la inclusión de las personas LGBT+.es una manera de decir: estás aquí, te vemos, queremos conocernos, no nos avergonzamos de ti, emoción que como comunidades cristianas a veces expresamos hacia hermanos y hermanas que no se corresponden con nuestros estándares (¿qué estándares entonces?).
Si el período jubilar nos permite siquiera permanecer en silencio para apoyar, escuchar historias, acercarnos, superar desconfianzas y prejuicios gratuitos, habrá llenado de significado gestos y pasos que, de lo contrario, serán un mero ritual. para "ganar indulgencias".
* Chiara D'Urbano, psicólogo y psicoterapeuta, es perito de los Tribunales del Vicariato de Roma, colabora en investigación y docencia con elInstituto de Estudios Superiores sobre la Mujer(Universidad Pontificia Regina Apostolorum). Durante años ha trabajado en la formación y acompañamiento terapéutico de procesos vocacionales individuales y comunitarios. Tiene numerosos artículos y publicaciones en su haber, entre ellos “Trayectorias vocacionales y homosexualidad(Ciudad Nueva, 2020)